Aquella obra llamada “ESPERAR”

Miró el reloj una, dos y un sin número de primaveras más y obtuvo de él la misma respuesta que años atrás; de nada sirve esperar lo que no quiere regresar.

Miró hacia un lado y se preguntó desde cuando su colección de vinos pasó a ser una colección de botellas, no se molestó en contestar, se limitó a suspirar.

Sus pensamientos eran los únicos actores de aquella obra llamada "Esperar", con un fondo musical patrocinado por aquellas palabras que eran las únicas que de ella podía recordar; "Volveré".

"Sí, volverá", se repetía a sí mismo una y otra vez, mientras nuevas arrugas se unían a la espera, algunas ilusiones abandonaban la función y una esperanzas ya observaban desde la puerta.