No encajé, pero nunca me sobraron pedazos
- Tinta de un bisturí
- 29 dic 2022
- 1 Min. de lectura
Actualizado: 26 sept 2023
Estamos tan empeñados en formar parte de algo que nos olvidamos que ya somos ese algo.
No necesitamos una mitad, necesitamos un todo que nos complemente y no uno que nos complete.
Dejar atrás el YO es un acto de cobardía. Sí, somos cobardes al olvidarnos de lo que queremos, de lo que buscamos y sobre todo de lo que merecemos, porque es más fácil olvidarlo, que saber que estamos en el lugar equivocado y que debemos marcharnos.
¿Qué tanto tienes que encogerte para entender que no es tu size?
¿Qué tanto tienes que dejar atrás para entender que no es tu lugar?
¿A cuántos pedazos de ti estás dispuesto a renunciar para encajar?
¿A dónde van esas partes de nosotros que intentamos ocultar?
NO, nunca se van. Están ahí; en esa sonrisa que de la nada se esfumó, en esa mirada que de pronto entristeció, en ese suspiro incontenible, en esas noches en las que la almohada se llenó de preguntas mal formuladas, y que ni el amanecer respondió. Ahí, donde creyendo tenerlo todo, nos mata la ausencia de algo.
Cargamos con todo aquello que somos, aún cuando hemos querido dejarlo atrás para encajar, porque al final, no son pedazos que sobran, son nuestro YO... mal definido.
Comentários